Paxaros na cabeza.
Cuando, hace algún tiempo, tuve qué enviar al taller mi
nueva cámara, la cual había comprado convencido de que a partir de ese preciso
momento mi relación con la fotografía comenzaría a ser fructífera. Para que las
imágenes comenzaran a fluir a través del visor, mi talento y los pocos conocimientos
adquiridos, sólo necesitaban un instrumento adecuado para tamaña empresa. Mientras
tanto, rescaté del cajón mi antigua
cámara y salí a pasear, al regresar a casa y mirar lo que había traído, recordé
que “el hábito no hace al monje”, releí la carta de Sergio Larraín a su sobrino , “Os
Paxaros” se quedaron en la fotografía y comencé a cogerle el gusto a esto de
quitar instantáneas.
“El juego es partir a la aventura, como un velero, soltar velas. Ir a Valparaiso, o a Chiloé, por las calles todo el día, vagar y vagar por partes desconocidas, y sentarse cuando uno está cansado bajo un árbol, comprar un plátano o unos panes y así tomar un tren, ir a una parte que a uno le tinque, y mirar, dibujar también, y mirar. Salirse del mundo conocido, entrar en lo que nunca has visto, DEJARSE LLEVAR por el gusto, mucho ir de una parte a otra, por donde te vaya tincando. De a poco vas encontrando cosas y te van viniendo imágenes, como apariciones las tomas.”….”Luego que has vuelto a la casa, revelas, copias y empiezas a mirar lo que has pescado, todos los peces, y los pones con su scotch al muro, los copias en hojitas tamaño postal y los miras.”…..” Empiezas a mirar el trabajo de otros fotógrafos y a buscar lo bueno en todo lo que encuentres: libros, revistas, etc. y sacas lo mejor, y si puedes recortar, sacas lo bueno y lo vas pegando en la pared al lado de lo tuyo, y si no puedes recortar, abres el libro o las revistas en las páginas de las cosas buenas y lo dejas abierto en exposición. Luego lo dejas semanas, meses, mientras te dé, uno se demora mucho en ver, pero poco a poco se te va entregando el secreto y vas viendo lo que es bueno y la profundidad de cada cosa.” (Sergio Larraín)
Os Paxaros |