EL RETRATO
El Retrato es un encuentro, también una confrontación, entre el retratado y el retratista, es una imagen de alguien que sabe que lo están fotografiando. Ese encuentro, esa confrontación, ese devenir de la ficción a la realidad y viceversa, es su grandeza y también su dificultad.
RICHARD AVEDON,
Un retratista poseedor
de esa capacidad maravillosa de no quedarse en la superficie de las cosas,
incluso si ésta es perfecta.
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Inés Sastre, Fotografí:
Richard Avedon . Portada del Calendario Pirelli 1997
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En el año 1997 María Vela Zanetti publica en la prensa el siguiente texto:
Posar para creer.
“Seguramente, al retratar a Inés Sastre, Richard Avedon ha
intuido el horror que le inspira a una mujer bella su propio desnudo. El
vértigo de tener no entra en el plan de la eternidad, en el plan de despojar a
la carne de su insidiosa urgencia. Esa batalla entre la representación de la
carne y la transfiguración del tiempo es la que aborda todo fotógrafo que se
enfrente a un retrato como éste.
Avedon, experto en mujeres más que en bellezas, conocedor de
las modas y nunca hombre a la moda, pone su ojo de sexagenario sobre la piel
ordenada de una incipiente estrella. Ha elegido el momento preciso: ella
todavía es su rehén. Así las cosas, bajo
el peso de una mirada poderosa, Inés está en condiciones de aprender algo.
Vestida por la mirada del artista, muestra el envés del cuerpo, como una hoja
aterciopelada que quisiera ahora revelar su construcción nervuda. Está
aparentemente tranquila, pero el ceño rebelde delata una impaciente soberbia.
Avedon ha logrado su propósito al extraer el carácter de
Inés Sastre de la superficie miniada de la fama. Casi le ha robado el gesto,
incluso me atrevería a decir que ha sido él, y sólo él, quien ha provocado esa instantánea
transparencia.
Sabemos, gracias al fotógrafo, que ella no es inocente, ni
deshonesta. Hay hombres que arrancan una lágrima o una sonrisa. Avedón va más
lejos, te quita el miedo.”