LAS COSAS. Las cosas, nuestras cosas les gustan que las quieran; a mi mesa le gusta que yo apoye los codos, a la silla le gusta que me siente en la silla, a la puerta le gusta que la abra y cierre como al vino le gusta que lo compre y lo beba, mi lápiz se deshace si lo cojo y escribo, mi armario se estremece si lo abro y me asomo, las sábanas son sábanas cuando me echo sobre ellas y la cama se queja cuando yo me levanto. ¿Que será de las cosas cuando el hombre se acabe? Como perros las cosas no existen sin su amo. (Gloria Fuertes)
Desventuras de un aficionado a la fotografía